11 d’oct. 2012

Carta abierta a José Ignacio Wert, Ministro de Educación, Cultura y Deporte


*Article publicat a l'iNosaltres, el digital juvenil de Catalunya



Excelentísimo Señor,

Antes de nada, quisiera presentarme brevemente. Me llamo Josep, nací en un pueblo de la Província de Girona, tengo 21 años y estoy estudiando Derecho en Londres.

He pensado que, debido a que en España es usted la máxima autoridad en lo que educación se refiere, quizá podría dirigirme directamente a su persona, para contarle aquello que me preocupa y me inquieta, teniendo en cuenta mi condición de estudiante. 

Soy consciente de qué probablemente estas líneas jamás llegarán entre sus manos y también me imagino que mi opinión en el fondo le importará a usted un cuerno, pero mire, mis abuelos siempre me han enseñado que la esperanza es lo último que se pierde.

Tengo que confesarle con toda honestidad, Señor Ministro de Educación, que últimamente estoy algo triste. Por suerte, no tiene que ver ni con mi familia, ni con mis amigos, ni con mis relaciones sentimentales. Mi tristeza va más allá de todo esto.


Como le he dicho, actualmente estoy estudiando fuera de España. Me encantaría, igual que hacen algunos de mis compañeros de residencia -de Alemania, Singapur, Hong Kong o Rúsia- poder agredecerle a usted y a su Gobierno la oportunidad que me han brindado, pero si lo hiciera, estaría mintiendo. En realidad debo agradecérselo a mi família, que es quien realmente está haciendo un tremendo esfuerzo para invertir en mi futuro. No tengo ningún reparo en admitir que con la beca mensual que la Unión Europea me ha concedido, no pagaría ni una semana de alojamiento y comida en mi nueva ciudad. Sin embargo, parece que usted no se cansa de criticar constantemente el sistema de becas.

A pesar de que en España estudié inglés de los 6 a los 18 años y de que mis recientes puestos de trabajo han sido utilizando precisamente esta lengua, la pura verdad es que no me siento muy seguro cuando intervengo en clase. Además, me está costando escribir jurídicamente: siento que no plasmo mis argumentos tan convincentemente como debería. Para acabar con esa sensación, ayer me acerqué al Departamento de Lenguas de mi nueva Universidad con el objetivo de asesorarme y poder mejorar mi autoconfianza. Cuando estaba en la cola -¡sorpresa!- empezé a oír un idioma muy particular. Sí, señor Ministro, la lengua castellana (y no precisamente con acento latino, dicho sea de paso). Varios de los alumnos ahí presentes eran españoles. No eran ni noruegos, ni lituanos ni surcoreanos. Tenemos un problema y hay que solucionarlo desde la base. Propongo que olviden por un tiempo esa ancestral costumbre española de mirarse el ombligo y hagan que los niños vean, de vez en cuando, dibujos animados en inglés, alemán o mandarín.

Como se habrá usted percatado, señor Wert, soy catalán. Encima, tuve la mala pata de ir a nacer en una casa dónde se hablaba catalán, con lo cual mi lengua materna no es la que estoy utilizando para escribirle esta carta. Sin embargo, es para mi una enorme satisfacción poder hacerlo con tanta naturalidad y sin miedo a equivocarme. Además, es mi obligación reconocerle que, aunque me encantaría pronunciar mejor las eles, me apasiona la virtuosidad y la elegancia de la lengua castellana.

No obstante, si tuviera que agradecer a alguien el hecho de ser perfectamente bilingüe y amar el castellano como si fuera mi primera lengua, le prometo con toda mi sinceridad que no sería ni a usted ni a ninguno de sus predecesores. En todo caso, debería agradecérselo, en primer lugar, a quiénes idearon la moderna y exitosa política lingüística de mi país y que ahora ustedes pretenden aniquilar con modelos de segregación por razón de la lengua; en segundo lugar, a todos mis profesores de lengua castellana -la mayoría catalanes, algunos otros gallegos o andaluces- y por último, y no por ello menos importante, a los excelentes escritores que han utilizado esa lengua para escribir muchos de los libros que he devorado, así como a todos los guionistas de los programas de humor que he visto desde pequeño en el sofá de casa.

Espero que entienda, Excelentísimo Señor Ministro de Cultura, el motivo de mi enfado: mientras usted y sus amigos tratan de empequeñecer constantemente mi lengua y mi cultura, yo estoy orgulloso de tener la suerte de conocer una lengua que, aunque no sienta mía, me enriquece. Y parece que no soy el único, puesto que tanto en el 2º como en el 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria (cuando se evalúan los conocimientos lingüísticos), la nota de lengua castellana de los alumnos catalanes supera notablemente la media estatal.

Me entristece y al mismo tiempo me repugna escuchar lo que usted ha dicho últimamente sobre el adoctrinamiento en las escuelas catalanas. Después de quince años educándome en ellas, jamás un sólo profesor ha perdido un minuto de su tiempo inculcándome algún tipo de sentimiento nacionalista o independentista. Somos un país libre dónde cada uno decide su ideología, faltaría más. Incluso se lo podría jurar, si a usted le hace ilusión, con mi mano sobre esa sagrada Constitución anclada en el pasado.

No me gustaría para nada olvidarme de la última vertiente. Puesto que es usted también Ministro de Deporte, le sugiero que si aún quiere realmente seguir teniendo alguna alegría en su carrera política, no pronuncie semejantes barbaridades contra los catalanes. Se lo digo porque, no sé si es usted consciente de ello, pero sus declaraciones no hacen más que alejar Catalunya de España. Y eso puede tener consecuencias terribles: ¿se imagina usted que su España ganara menos medallas olímpicas que Bielorrúsia, Azerbayán o Rumanía? ¡Luto nacional!

Usted, apreciado Sr. Wert, no sabe lo que significa ser catalán. Usted no entiende que los catalanes no necesitamos que nadie nos adoctrine, como pretende hacer con su interés por españolizar los alumnos catalanes que se sacó ayer de la manga en el Congreso de los Diputados. Usted debería dejar de hablar de cuestiones identitarias que no hacen más que desviar la atención o confundir a la gente y ponerse a trabajar de veras. Usted es el Ministro de Educación, Cultura y Deporte y no Ministro de la Propaganda. Le ruego que intente hacer algo porque España deje de aparecer en la cola de Europa de todos los rankings educativos. A usted le corresponde hacer que los alumnos españoles vayan por Europa seguros de ellos mismos.

Los sentimientos y los orgullos déjelos en paz, porque en el siglo XXI, no se aprenden en las escuelas.

Atentamente,

Josep Rochés Ribas
Londres

9 comentaris:

  1. Parece mentira que un estudiante de 21 años tenga más criterio que la mayoría de políticos

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  2. Josep, m'ha encantat el teu article!!!!
    Em sento orgullosa que una persona com tu hagi passat per l'escola Vedruna. Per a mi sí que és un honor haver-te tingut com alumne.
    Sort i endavant!!!
    Gloria Pruneda "la señorita de castellano"

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    1. Glòria,

      Moltes gràcies per les teves paraules. Com dic en la carta, he d'agraïr moltíssim la feina dels professors de castellà que he tingut durant els meus estudis. Ja saps que quan les coses surten de dins...

      Una abraçada i fins aviat!

      Josep

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  3. Ola VIVA ESPAÑA Y MI TIERRA! FUERA CATALUNYA, CATALUFOS POLACOSSSS

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    1. És precisament el que volem: estar fora d'un país ple de gent irrespectuosa i mal educada.

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  4. M'han emocionat les teves paraules, enhorabona!
    Por cierto, lamentable el anónimo anterior, por no decir que triste, muy triste...

    Sara

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  5. Enhorabona Josep! M'identifico i comparteixo tot el que has dit, sense dubte és una carta excel·lent i al nivell de la situació lamentable que estem vivint. Vull confiar que paraules com les teves i les de milers de catalans indignats, que entre tots, farem que tinguin el ressó que mereixen!

    Molta sort per Londres i disfruta de l'aventura!

    Anna Ferrer

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    1. Gràcies Anna! Espero que tot et vagi molt bé! Una forta abraçada!

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  6. Mai havia llegit aquesta carta. Mai és tard tot i que ja fa més d'un any que la vas escriure.
    Increíble Rochés, m'he quedat bocabadada!

    Jessica Bartrina (Màster d'advocacia jajaja)

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